Cuando el ministro de Finanzas holandés Jeroen Dijsselbloem dijo a la prensa hace seis meses, que el régimen de confiscación de depósitos de Chipre sería el modelo para los futuros rescates de los bancos europeos, la declaración causó tanto furor que tuvo que retractarse. Sin embargo, Dijsselbloem decía la verdad: la confiscación de depósitos de los ahorrantes se está convirtiendo en la política oficial de la Unión Europea, dado que la banca quiere tu dinero (I want your Money, como dice el Tío Sam). Italia y Polonia han seguido el ejemplo chipriota y el plan continuará en otros países. Los ministros de Finanzas de la UE acordaron este plan para desplazar la responsabilidad de las pérdidas bancarias a los propios inversionistas, acreedores y depositantes de los bancos. Está claro que los fondos públicos ya no son suficientes para rescatar a una banca que está en la quiebra y se requiere la confiscación de parte importante de los ahorros privados.
Vía @navegas
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Esto está sucediendo por cómo se "crea" el dinero (desde la deuda), con lo cual con este tipo de políticas ponen un parche, puesto que la deuda en más o menos tiempo seguirá su curso. Si a esto añadimos que este tipo de "políticas" tendrá como efecto el que las personas dejen de guardar su dinero en los bancos, me asaltan las siguientes preguntas:
- ¿qué pasará cuando acaben con los depósitos de más de 100.000€?
- ¿qué pasará si la gente deja de guardar el dinero en los bancos?
¿No sería mucho más sencillo cambiar el paradigma de nuestro sistema financiero por uno que no se fagocitara a sí mismo y basado en una economía real?