La arquitecta Candela Prieto estaba a punto de apagar la computadora de su oficina cuando recibió un mensaje en Facebook que decía así: «Hola, me llamo Candela Prieto y tengo diez años. Te escribo desde el pasado. Primero que nada, me alegra saber que en el futuro voy a ser flaca y linda. Tus fotos del muro me encantan. ¿Me agregás como amiga?».
Scooped by Raúl Luna |
Hacía tiempo que no leía a Hernán Casciari, pero cada vez que, casi por azar, cae en mis manos alguna producción suya encuentro alguna perla que me hace disfrutar. Es el caso de este cuento que, de paso, puede ser un lindo disparador para trabajos de orientación y trabajo de la autoimagen con adolescentes.
Además cuenta con una versión en audio que quienes tengan problemas de visión puedan escuchar el cuento.