Podíamos sentarnos y esperar que alguien lo solucionara, podíamos linchar a Antonio Moll, organizador del evento, podíamos pedir la hoja de reclamaciones, podíamos denunciarles, crear una plataforma de afectados, podíamos ponerlos verdes en medios sociales… o podíamos decidir aceptar que aquello no era lo que esperábamos, que los ponentes estaban allí, que el evento se podía realizar, que lo importante era el mensaje y tener un sitio donde darlo, empatizar con Antonio Moll y todo su equipo y echar una mano para que todo saliera adelante y así se hizo. Salió adelante.
Via MyKLogica
100% recomendable la lectura del artículo y entrar en el hashtag para ver los comentarios de los participantes.
Un excelente caso práctico que ilustra a la perfección cómo gestionar errores: dar la cara y poner el foco en la solución, como bien dice Aixa Laxmi en su artículo.
Cuando el foco se pone en la solución, aún los desastres previsibles se pueden convertir en éxito y aprendizaje.
En ese sentido enhorabuena a Antonio Moll por dar la cara, a Alex Rovira y Robin Sharma por solidarizarse con la organización, a Joel MIllana, Silvia García, Linda Osorio o Aixa Laxmi por colaborar para sacarlo adelante o a Sergio Cánovas, director del instituto IFI por su generosidad y a todos los participantes que se quedaron y convirtieron un desastre en un auténtico evento de DESARROLLO.
El año que viene, espero poder ir.