La revolución tecnológica en la que estamos inmersos comienza a ser permeable en cualquier tipo de negocio. Uno de los sectores que más partido va a sacar de la transformación digital en un futuro no tan lejano es el de las fábricas o la industria de la producción. O dicho de otro modo: las fábricas llegarán a ser inteligentes y autosuficientes gracias a la completa y progresiva digitalización del sector. Los avances tecnológicos aplicados a la producción en masa tienen acuñado un nombre desde hace unos años: la industria 4.0. Un concepto del que se empezó a hablar hace ya unos años gracias a la irrupción del Internet De Las Cosas (IoT) en las fábricas. Pero gracias a la velocidad de crucero en la que viajan los avances tecnológicos, hoy ya es posible vislumbrar un futuro brillante para el sector. La innovación en la industria 4.0 En esencia, las plantas de producción estarán repletas de robots y maquinaria que será capaz de aprender por sí sola, en la que todos los sistemas estarán interconectados con tal de capturar y procesar el gigantesco volumen de datos existente. En concreto, a continuación desvelamos las claves tecnológicas por las que toda fábrica deberá pasar para conseguir con éxito la deseada transformación digital que catapulte su negocio: Inteligencia artificial y machine learning: que los robots ya son capaces de aprender nuevos conceptos es ya un hecho, aunque todavía dependen de un ser humano que los programe. Pero los avances en este sector auguran máquinas que llegarán a pensar como nosotros gracias a la imitación de nuestro sistema nervioso o neuronal. Solo de esta manera las fábricas serán capaces de procesar millones de datos y contar con nuevos operarios inteligentes. Realidad virtual y aumentada: permitirá que los flujos de comunicación entre ingenieros, operarios y maquinaria mejoren de manera notable. Así pues, estas tecnologías posibilitarán automatizar los procesos, añadir una mayor seguridad a los productos fabricados e incluso ayudarán a formar los trabajadores tanto de la cadena de montaje como los de mantenimiento. Impresión 3D: los fabricantes serán capaces de imprimir y sustituir aquellas piezas dañadas en su maquinaria, reduciendo así el tiempo de espera y los costes asociados. Asimismo, la impresión 3D abre nuevas vías en la relación con el cliente final, ya que permite personalizar el producto a los deseos del consumidor al mismo tiempo que la espera en la entrega se reducirá drásticamente. Digital twin: se trata de simular procesos y piezas del ensamblaje final en un mundo virtual, algo que permitirá reducir los costes y avanzarse ante posibles errores en la línea de montaje, ya que los operadores e ingenieros podrán testear y manipular los productos con antelación. Robótica colaborativa: al fin los robots industriales de nueva generación serán capaces de colaborar de una forma mucho más optimizada y adaptada al ser humano. Un futuro para construir todos Tal y como podemos comprobar, la cuarta revolución industrial ya está en marcha y no hay vuelta atrás posible.
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Marielvi Piñero
De la "adopción digital" a la reingeniería de la fuerza del trabajo. Un proyecto de @Josh_Besrsin ->