Diariamente estamos fuertemente focalizados en el trabajo y familia y nos queda poco tiempo para disfrutar de otras cosas. En algún momento, al pasar de niño a adulto, las personas dejamos de jugar, unos por que "es cosa de niños", otros por vagancia, algunos por perdida de habilidades ( casi siempre por falta de entreno),…
Via Francesc Mas