Ya no es necesario acudir a la consulta de un médico para conocer la calidad del sueño, calcular qué dosis de un determinado medicamento dar a un niño o saber si un lunar es «sospechoso». Todo esto, y mucho más, se puede hacer ya desde el móvil, de la mano del creciente número de aplicaciones y herramientas que ayudan al paciente a controlar su salud. Toda una revolución sanitaria, bautizada con el nombre de «mHealth» o salud móvil.