Suele suceder, en especial cuando más lo necesitamos, que intentamos abrir un archivo de Word o Excel y nos encontramos con esta dolorosa noticia, tiene problemas o está dañado.
En casos así, nos desanimamos pensando que tal vez tengamos que hacer todo un trabajo de nuevo o que hemos perdido irremediablemente información valiosa. Veremos que no es así.
Una posible solución que siempre me ha dado resultado es recurrir a otro paquete de programas que siempre funciona bien: Libre Office, de Linux.
Via Mauricio M. Escudero