Ante la innegable realidad digitalizada en que vivimos, apreciable en el relacionamiento humano de toda índole: en las actividades sociales, laborales y académicas, se devela la necesidad de poder frenar, moderar, y neutralizar los efectos nocivos que produce el indebido uso o abuso de la tecnología, de la Inteligencia artificial, y sus vertientes, que vienen impactando negativamente el desarrollo humano en la atrofia de competencias cognitivas, afectivas, comunicativas, laborales, profesionales y sociales, haciendo más paquidérmicos a quienes ven en ella la solución, sin hacer el más mínimo esfuerzo.
Via Edumorfosis